Estamos inmersos en un mundo digital, pasamos casi 5 horas diarias en nuestro dispositivo móvil y nuestro cerebro está siendo atacado para captar la atención de muchas formas distintas.

¿Cómo lograr que nuestro mensaje, nuestro servicio o producto, sea quien capte la atención de nuestros clientes o prospectos? Si hablamos de probabilidades sería como encontrar una aguja en un pajar.

Cuando nosotros mismos nos quitamos la cachucha de vendedor o generador de contenido y nos ponemos la cachucha de consumidor ¿qué nos pasa?.

¿Te has fijado cuando navegas en tus redes sociales qué es lo que te atrae? ¿A qué posteos le pones más atención y cuáles simplemente los “scrolleas”?.

Muy sencillo, la regla dice “Si no suma, resta”.

Cuando tu contenido no posee nada y no suma al consumidor, simplemente resta. Sí, como lo lees, no nada más no añade, sino que disminuye. Al no ser relevante para tus consumidores, la inteligencia artificial alias “el algoritmo” se encarga de que tu “contenido” no sea difundido entre tus seguidores, simplemente lo deja en el olvido.

¿Cómo generar contenido relevante?.

Para eso tienes que generar un plan de contenido, donde tengas claro el valor que le aportas a ese prospecto que se encuentra frente a ti en su dispositivo, si no le aportas nada, restas.